05 marzo 2007

El Paradigma de Mercado (parte II)

Me encuentro con el compromiso de escribir la segunda parte sobre este tópico. Me cuesta un poco desprenderme de tan atesorado secreto. Espero que muchos tomen este diamante y pronto lo desechen como cristal de botella pues si todos somos exitosos en el mercado, quién quedará para trabajar en la industria y el comercio? Pronto llegaríamos a un contrasentido y un nuevo paradigma sería establecido, esto según el “Principio de los Ciclos Siempre Cambiantes” de mi amigo Víctor Niederhoffer reseñado en su libro, La Educación de un Especulador.

Si ponemos un poquito de atención notaremos lo evidente: vivimos en un mundo físico. Estamos fuertemente condicionados por éste mundo material; no lo podemos evitar, es más fuerte que cualquier razonamiento que podamos forjar. Observamos a través de la ventana de nuestro piso y allí está: TODO ES CAUSA Y EFECTO. Las leyes de la física, nuestra conducta tiene su recompensa, las ciencias sociales establecen relaciones causa-efecto y por supuesto, las leyes económicas y financieras también lo hacen. Si! Estamos fuertemente limitados a pensar que todo efecto tiene su causa.

En el mini colapso del 27 de Febrero pasado, buscamos instintivamente un culpable: fue Alan Greenspan! Si… él lo hizo! No, no fue así; ni ninguna otra causa que queramos añadir. Existe otra explicación: el mercado TENÍA QUE CORREGIR y las razones que reseñé aquel día, le dieron la excusa.

Todos los paradigmas sobre los que hablé en la primera parte, están basados en ese otro supra-paradigma: los mercados responden a una causa. En el paradigma de valor, los títulos suben cuando las empresas reportan mayores ganancias, es decir causa y efecto. Nos pasamos la vida leyendo noticias y analizando datos buscando la relación mágica. Instintivamente buscamos una clave que nos asegure la trayectoria del mañana pero, no funciona así.

Recuerdo que estuve a punto de entregarle a Niederhoffer para su publicación, un artículo sobre los mercados y la segunda guerra del golfo. Justo una semana antes de estallar la guerra, el NYSE comenzó una trayectoria de ascenso que duró aproximadamente 6 meses. Yo estaba casi indignado: este movimiento es “daring”, me decía a mí mismo constantemente, es decir, es atrevido. Seguro que al comenzar la campaña el mercado se descalabra. No! No fue así. Y tuve el buen juicio de no entregarle el artículo.

Me ha tomado un buen esfuerzo intelectual para entenderlo todo: los mercados son AUTO-INDUCIDOS ó, para pedirle prestado un término a George Soros, los mercados son AUTO-REFLEXIVOS. La pista la podemos encontrar en los indicadores de adelanto (leading indicators) que usa la Reserva Federal en USA: el S&P 500 es uno de los indicadores de adelanto; esto quiere decir que estadísticamente el primero en ejecutar un movimiento será el mercado y luego la economía reaccionará con retardo (lag) a ese movimiento.

De nada nos sirve tratar de predecir la próxima recesión económica para intentar adelantarnos al movimiento del mercado; no funciona así. El mercado ejecutará primero el movimiento de manera auto-reflexiva es decir auto-inducida, y luego leeremos meses después, la llegada de la recesión.

De nada nos sirve intentar buscar la causa que da origen a los movimientos del mercado pues no la encontraremos. El viejo paradigma de causa y efecto, es el que nos hace errar de continuo en los mercados. Nos la pasamos buscando noticias que nos den la clave del día y siempre fallamos.

Existe una nueva forma de pensar, un nuevo paradigma y los resultados son asombrosos pero les pido, no me hagan mucho caso, por aquello de los ciclos cambiantes. Sólo sepan que el verdadero paradigma de mercado es que éstos son AUTO-INDUCIDOS, por lo que necesitaremos deslastrarnos primero del viejo condicionamiento y luego forjar una nueva metodología de negociación. Mis colegas académicos me reclaman: no sabéis que es la economía quien condiciona los mercados? Yo les respondo, sí es verdad… que otra cosa podemos enseñar? … pero cuánto has ganado hoy? Pues la verdad es que estaba siguiendo una indicación y vaya… el mercado ha hecho todo lo contrario… no he ganado nada… peor que eso, me encuentro en rojo!

Me expliqué? Probablemente, no del todo. Captar este particular paradigma, no es tan sencillo. Lo que resulta tremendamente dificultoso es ponerlo en práctica y derivar de ello, sustanciosos beneficios. Debemos aprender sobre la mecánica de los mercados. Animo! Nuevos ensayos están en camino.

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